martes, 8 de abril de 2014

Células Madre y la Clonación Terapéutica



CLONACIÓN TERAPÉUTICA

Tomado del libro: Terapia celular con células madre y medicina regenerativa del Dr. Dolores Javier Sánchez González y coautores.

Existen tres estrategias orientadas a preparar células madre embrionarias humanas pluripotenciales, con una información genética bien definida a la cual añadir después la diferenciación deseada:
1.  La transferencia de un núcleo de una célula especializada a un oocito humano desnucleado, seguido del desarrollo embrionario hasta el estado de blastocisto y la utilización de las células de la masa celular interna de la misma para obtener ESC y, de éstas, las células diferenciadas deseadas.
2.  La transferencia de un núcleo de una célula especializada en un oocito de otro animal, lo que permitiría el desarrollo de un embrión humano utilizable.
3.  Reprogramación del núcleo de una célula especializada fundiéndolo con el citoplasma de ESC, obteniendo así un “heterocarionte híbrido”.
Desde hace tres décadas, los estudios de las células madre del adulto (ASC, adult stem cells) señalaban que en muchos tejidos adultos hay células madre capaces de dar origen
sólo a células propias de un determinado tejido, y no se pensaba en la posibilidad de una reprogramación. Pero en años recientes se han descubierto células madre pluripotenciales en varios tejidos humanos, en la médula ósea (BMSC), en el cerebro (NSC), en el mesénquima (MSC) de varios órganos, capaces de dar origen a diversos tipos de células, la mayoría sanguíneas, musculares y nerviosas. Ahora se sabe cómo reconocerlas, seleccionarlas, mantener su desarrollo y llevarlas a formar diversos tipos de células maduras mediante factores de crecimiento y otras proteínas reguladoras. La terapia celular con células madre que, una vez implantadas, son capaces de restituir las funciones específicas a los tejidos enfermos es una alternativa real de tratamiento para la mayoría de las enfermedades. En el hombre, las células madre de la médula ósea, de las que se forman todas las diversas líneas de células sanguíneas, tienen como marcador de reconocimiento la molécula CD34 y, una vez purificadas, son capaces de reconstituir toda la población sanguínea en pacientes que reciben dosis ablativas de radiaciones y quimioterapia, a una velocidad proporcional a la cantidad de células empleadas en el trasplante de médula ósea. También se sabe cómo guiar el desarrollo de células madre nerviosas (NSC) utilizando diversas proteínas, entre ellas la neurorregulina y la proteína osteomorfogenética 2 (BMP2, bone morphogenetic protein 2), que son capaces de llevar a las NSC a convertirse en neuronas, neuroglia o músculo.

Es muy prometedor el potencial de las “células madre adultas” para una terapia eficaz de muchas patologías. Watt y Jones afirman que “las células madre musculares, ya sean de la línea mioblástica embrionaria o de la adulta, pueden convertirse en células de mayor importancia para tejidos diversos que los que les dieron origen, y ser la clave de terapias celulares futuras, incluso diferentes de las de origen muscular”. Nolta y Kohn subrayan que “los progresos en el uso de la transducción génica en las células madre hematopoyéticas ha llevado a su uso en la clínica. La genoterapia hará posible tratar enfermedades genéticas y adquiridas como lo hacen los trasplantes de células madre alogénicas”. Clarke y Frisen dicen que “estos estudios sugieren que las células madre en los diferentes tejidos adultos pueden ser mucho más similares a las células embrionarias humanas de lo que se había pensado Aunque todavía en una etapa teórica, los resultados obtenidos en ratones plantean dilemas éticos respecto a la idea de familia predominante en la cultura occidental. De perfeccionarse las técnicas de clonación y programación dirigida de las células madre embrionarias, en teoría ya sería posible la procreación por parejas homosexuales. En el caso de dos hombres, se tomarían células de la piel de uno de los dos, se obtendrían los ovocitos de un banco y se generarían células madre a partir de las cuales se podría inducir la diferenciación hacia ovocitos. La contraparte, también masculina, donaría los espermatozoides con los que podrían procrear bebés de uno u otro sexo. En este caso se requeriría una mujer receptora para llevar a término el desarrollo. En el caso de parejas homosexuales femeninas también resultaría posible la procreación, con la limitante de que sólo podrían tener hijas, debido a la ausencia del cromosoma Y.
En la etapa de blastocisto se obtienen las células de la masa celular interna y se cultivan las células madre (del organismo dador de los núcleos) para que después de tratadas se diferencien en distintos tipos celulares, como neuronas dopaminérgicas en el tratamiento de Parkinson; células beta del páncreas para diabéticos; hepatocitos para pacientes con cirrosis hepática, etc.
En la Universidad Johns Hopkins se obtuvieron células madre embrionarias a partir de fetos abortados, mientras que la compañía Advanced Cell Technologies Corp. obtuvo un embrión híbrido usando una técnica similar a la de transferencia nuclear para fusionar un óvulo enucleado de vaca con una célula somática humana. Básicamente se persigue la obtención de células madre para su cultivo in vitro y lograr su diferenciación en distintos tipos de células y tejidos, con fines terapéuticos: autotrasplantes y terapia celular, aunque también existe la posibilidad de trabajar con células madre de adultos y no sólo con las provenientes de embriones. Hay indicios de que existen células madre pluripotentes en varios órganos, incluyendo el cerebro. Las células nerviosas adultas tienen una gran capacidad de desarrollo, y son potencialmente aptas para utilizarse como punto de partida de una producción de varios tipos de células para trasplante en diversas enfermedades”. Todos estos progresos y los resultados ya obtenidos en el campo de las células madre del adulto demuestran su gran plasticidad.

Agradecimientos


Este trabajo fue apoyado por el Sistema Nacional de Investigadores del CONACyT (Apoyo No. 33834), Sección de Estudios de Posgrado e Investigación de la Escuela Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional, por la Fundación Gonzalo Río Arronte IAP, y el laboratorio de Histología de la Escuela Médico Militar, Universidad del Ejército y Fuerza Aérea; y realizado por el doctor Dolores Javier Sánchez González y coautores. 

Si desea conocer mas artículos relacionados con la investigación del Dr. Dolores Javier Sánchez González visite el sitio: 
http://www.doloresjaviersanchezgonzalez.com.mx